El patito feo Padre Ignacio Casañ

Domingo por la noche, sales a andar. Ves un colchón tirado en la esquina entre las calles Padre Ignacio Casañ y Favara de Massanassa. Bueno, es domingo, mañana pasarán. Lunes, sigue allí. Martes, sigue allí. Miércoles, bueno, han recogido las puertas que estaban en Blasco Ibáñez apoyadas en un árbol desde el domingo. Saco al perro y voy a ver si sigue allí el colchón. Allí sigue. Me ducho y vuelvo a pasar. Allí sigue. Son casi las diez.

Muchas veces me planteo si ser el patito feo (o el patito pesado, según a quién se pregunte) tiene más o menos rédito o si, incluso, tiene consecuencias negativas. El pesado de siempre ya está enviando correos. No me suelen contestar, pero sí que se suelen solventar los problemas, más o menos, que denuncio. Pero no podemos funcionar así. Al final se te pasa. No te cansas y sigues dando la vara, los compañeros y compañeras del único grupo que tiene de oposición Massanassa, con más o menos ruido, no paramos en ese sentido. Aquello de cuanto peor, mejor, no lo aplicamos. Hay que trabajar todos los días.

Nuestro gobierno local funciona por inercia, y Padre Ignacio Casañ y País Valencià siempre están a la cola. Faltan papeleras (¡la plaza más grande del pueblo y sólo tenía dos hasta la legislatura pasada!), las ponen. El ‘jardín’, muy entre comillas, está completamente arrasado, lo podan. Hay un cristal roto en una ventana del Edificio Socio-Cultural desde hace meses, lo cambian. El columpio se ha vuelto a romper, avisan a la empresa de mantenimiento. Hay basura, la recogen. Inercia y dejadez.

El caso del colchón es sólo la punta del iceberg de unos pocos metros de calle que gritan, porque no les dejan dormir, una solución. Y ciertamente el problema es complejo, con necesidades diversas y sin respuesta únicas. Pero desde luego hay que atender, todos los días, lo inmediato. La limpieza, la seguridad y una mínima convivencia.

Si echamos un vistazo a otros barrios valencianos que, sin poderse comparar en nivel de problemas y tamaño al que aquí nos ocupa, veremos como la limpieza, el mantenimiento y una mayor vigilancia policial en las calles son las peticiones principales de los vecinos. Es el caso del Cabanyal o Nazaret. Realidades muy complejas (y que insisto, no se acercan, aún, a lo que aquí se cuece). Pero hay que actuar y no permitir la degradación del barrio. Sí, la de-gra-da-ci-ón de un barrio humilde y de gente excelente que tiene problemas aunque desde la alcaldía de Massanassa se minimicen o se nieguen cuando, convenientemente, se le retruca desde el público del Pleno.

Cerrar los ojos no es una solución. Mejorar la convivencia, desde perseguir el incivismo, la suciedad o atender a los problemas sociales urgentes que hay, sí. Las leyes no están en nuestra mano como Ayuntamiento tanto como nos gustaría, pero las ordenanzas y la decisión política, sí. Actuemos, no cerremos los ojos. Todos los barrios por igual. Un poble per a viure en tots els carrers.

Será por el estado de alarma, pensé. Pero no, los colchones, como los problemas, se eternizan en esta calle sin que nadie haga nada. Al final va a ser verdad aquello de ‘la otra Massanassa’.

Un comentario

  1. La otra Massanassa si existe.
    Recuerdo un colchón tirado 2 meses en un solar,

    Solo hay que ver que hermoso es el jardín que esta frente a Telepizza o el restaurante donde venía a comer el ex presidente.

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