La Massanassa que no se columpia

Columpios. ¿Quién no ha estado contando los minutos para bajar a la plaza o al parque a jugar con en los columpios? Recuerdo perfectamente, como esas imágenes que se guardan en la retina, algunos de los columpios que había cuando yo era pequeño en mi pueblo, Massanassa. La casita de la Plaza del País Valencià, la pasarela colgante del Parque de la Font Cabilda o el tobogancito amarillo del parque del Polideportivo.

Antes teníamos menos donde elegir, también nuestro pueblo era más pequeño. Hoy rozamos los 10.000 habitantes y tenemos 17 zonas de juego. Eso sí, el mantenimiento y la imaginativa es más bien escaso. Siempre en la segunda mitad de la legislatura, hacia el final y rozando elecciones. Es muy posible que se nos traiga un gran parque multiaventura que costará muchos miles y que quedará genial. ¿Pero qué pasa con el resto de parques el resto de la legislatura?

Agujeros en la goma protectora frente a caídas que dejan ver el pavimento, vallas perimetrales que brillan por su ausencia, falta de piezas y algún que otro parque donde se consumen, históricamente sin que nadie haga nada, hojas de varias puntas.

Debo confesar que me molesta leer comentarios reales que hablan de madres, padres, abuelos y abuelas que cruzan el Barranco de Chiva para llevar a sus niños y niñas a jugar a parques mejores. Duele y molesta a partes iguales. Duele porque este pueblo puede no tener unos parques infantiles en las condiciones en que los tiene y molesta porque las quejas tienen toda la razón del mundo y siempre tenemos que estar yendo a trancas y barrancas para que se solucionen los problemas.

Un parche aquí, un baldosín allá, una valla perimetral y el año que viene más o un peldaño de escalera que falta y gracias. Paradigmáticas son las imágenes que ofrecen parques como el del Camp de Túria, donde el suelo se ve entre los muchos boquetes que tiene la goma, como también pasa en la Baixaeta o en el Barranc, este último con un juego infantil que es prácticamente inexpugnable porque carece de una escalera que facilite las cosas a nuestros niños. En l’Alqueria la goma está levantada y nos costó a la oposición meses conseguir que se repusieran dos piezas que faltaban en el balancín. También costó sudor y lágrimas el vallado del Barranc o la reposición de todo el suelo del parque infantil de la Plaza de l’Alt Millars, en la zona del Divendres.

Siempre a trancas y barrancas, siempre a golpe de foto y queja en Facebook, siempre a orillas de elecciones. Merecemos más. Pónganse las pilas porque la Massanassa que empuja, pero ya no se columpia, quiere unos parques decentes. Unos parques normales.

No subimos los impuestos

Mantras. Telón de acero. Frases que llenan tanto la boca y hacen sacar tanto pecho que algunas camisas revientan. Mantras que repetidos machaconamente calan hasta tal punto que producen confusión. Confusión es usar el mismo lema de campaña que en las campañas institucionales. Pueblo soy yo y tú eres un extraño que no hace más que incordiar.

No nos engañemos. Ni Massanassa ‘is different’ ni todo está en no subir impuestos. Lo reflexiono días después de la aprobación de los Presupuestos Municipales del año 2021 después de el equipo de gobierno local y el grupo de la oposición hayamos alcanzado un acuerdo en un año que, sobra decirlo, es el más duro en la vida de la mayoría de habitantes de nuestro municipio. El acuerdo negociado entre los dos principales partidos del Ayuntamiento de Massanassa (PP y PSOE), -y al que Ciudadanos asiste como testigo mudo, sin haber puesto ninguna propuesta sobre la mesa como viene siendo costumbre esta legislatura-, incluye diversos puntos del programa socialista en los mismos.

Gracias a esa inclusión de diversas reivindicaciones de la oposición, y por la responsabilidad y la altura de miras que exigen estos tiempos de pandemia, se ha alcanzado un hito casi histórico: unos Presupuestos aprobados por unanimidad. No es intención de esta reflexión desgranar dicho acuerdo, pero tiene mucho que ver con el refuerzo de partidas sociales, de empleo y de comercio o con la reforma de espacios públicos como la Plaça del País Valencià, el parque infantil de l’Alqueria, la explanada de la pinada del Divendres o con la habilitación de aparcamientos en el entorno de l’Alqueria y la conexión de los dos tramos de la Calle Pare Ignasi Casany. Todas ellas reclamaciones del PSOE local.

Para el lector apasionado de la prensa local y comarcal y para el seguidor de la política municipal no habrá pasado desapercibido el titular con el que desde el equipo de gobierno, (o desde el PP, que para el caso es casi lo mismo), se ha anunciado la aprobación de los presupuestos. ‘NO SUBIMOS IMPUESTOS’.

Y sí, es verdad. No se suben impuestos locales, como viene siendo la tónica habitual. Nadie quiere subir impuestos. Pero todos queremos buenos servicios. No obstante no todo está en no aumentar las cantidades que se cobran al vecino, sino en vigilar que los que ya se recaudan vayan donde tienen que ir: a financiar servicios y bienestar ciudadano.

Repiten machaconamente desde el PP el mantra de que «no se suben impuestos». De acuerdo, pero… ¿Por qué no se pone la lupa sobre los que ya pagamos? El ejemplo es evidente además de recurrente: la empresa de limpieza adjudicataria del servicio en Massanassa. Una de las partidas de gasto más grandes que tiene el Ayuntamiento es la de la recogida de basuras y limpieza urbana. Si a la vista está que pagamos unos servicios que tenemos contratados que no se nos prestan en su totalidad (y esto lo ha acabado reconociendo públicamente el Alcalde de nuestro pueblo tras mucha insistencia de la oposición)… ¿No nos están cobrando de más? ¿Por qué si se habla de este tema se te aísla, se te esquiva y, en ocasiones, hasta se te ridiculiza?

¿Se reclamará la fianza a la empresa de limpieza que ya se marcha o se seguirán despilfarrando los recursos de la ciudadanía generados a base de impuestos pagando a una empresa que no cumple con todos los servicios que tenemos contratados (limpieza y reparación de contenedores, contratación de 6 peones para el barrido de calles, tener la maquinaria en buen estado etc.) mientras se le tolera sistemáticamente el incumplimiento?

No, no todo es no subir. Controlar y no permitir que alguien que no cumple su parte del contrato se lleve los impuestos que todos aportamos sí es gestionar. Lo contrario es cuadrar a martillazos un presupuesto.

Más gestión. Más control. Menos palabras vacías.

Bendito superávit, sácanos de esta. ¿Qué pasa con la limpieza en Massanassa?

A la vista está que la limpieza urbana en Massanassa es más que mejorable. No hablemos del polígono industria. Tierra de nadie y mucha basura. La limpieza de nuestras calles y plazas es tema de conversación recurrente en redes, en Massanassa y en casi cualquier pueblo de España. Que si la gente es muy guarra. Seguramente la gente (alguna gente) pueda ser muy poco cívica, porque todos hemos visto al grupito que deja el banco lleno de pipas, al que colapsa de muebles viejos la acera a cualquier hora o a quien permite que su perro te mee la persiana de tu negocio. Todo eso es verdad. Pero cuidado, en Massanassa no somos menos cívicos que en cualquier pueblo vecino, pero desde luego sí que sufrimos uno de los pueblos más sucios de la comarca.

La respuesta al porqué hay calles días y días sin barrer, papeleras a tope sin vaciar, contenedores eternamente rotos, contenedores de reciclaje a tope, alcorques llenos de hierbas o calles sin baldear hay que buscarla en el contrato que Ayuntamiento y empresa adjudicataria firmaron hace ahora alrededor de diez años. Y sí, recordemos que la basura está en el suelo porque alguien la tira, pero cuando está ahí ya varios días alguna cosa falla y algún responsable hay.

Hagamos memoria. Desde el Partido Popular (PP) de Massanassa se vendió hace varias legislaturas que la externalización (o privatización) del servicio de limpieza serviría para mejorar, evitando que el Ayuntamiento fuese quien contratase directamente a las personas que limpian nuestras calles y descargando en ésta el proceso selectivo del personal, además de, por supuesto, incluir una serie de servicios (barrido mecánico, fregado de contenedores interno y externo, baldeo de calles y fregado de aceras, limpieza de alcorques de árboles y retirada de maleza de las aceras, reposición de contenedores, un número fijo de operarios, personal también en domingos y limpieza de graffitis en los mismos…) que por aquel momento el Ayuntamiento no estaba, por decirlo de alguna manera, preparado para prestar con regularidad o que aun estándolo, era más económico que lo hiciese una empresa.

Ahora, con el paso de los años y tras dos prórrogas aprobadas por el PP, y sus eventuales socios, a una empresa que a la vista está que no cumple con la totalidad del contrato y de los servicios citados en el párrafo anterior, el asunto vive un nuevo capítulo.

A nadie se le escapa que la limpieza en Massanassa no funciona y que es muy mejorable, y esto es algo que ha reconocido hasta el propio alcalde Comes  públicamente en Pleno. A pesar de eso, aún hay quien se empeña en justificar no se sabe bien qué y publica recurrentemente en redes sociales mensajes de ‘apoyo’ (como si esto fuera de eso y no de velar porque los impuestos de nuestros convecinos vayan efectivamente a financiar servicios básicos) cada vez que la empresa cumple con su cometido: limpiar. Es el caso del edil de Ciudadanos (Cs), erigido como eco de un PP que prefiere no mojarse públicamente en defensa de un servicio que hace aguas. https://www.levante-emv.com/horta/2019/10/28/massanassa-sacara-nuevo-pliego-servicio/1937941.html

Llegados a este punto, hay que destacar algunas cosas. El contrato actual estaba llegando a su fin, pero la redacción del nuevo pliego de condiciones se eternizó casualmente/causalmente hasta las puertas de les elecciones municipales. Entre quejas y ninguna sanción por parte del Ayuntamiento a la empresa adjudicataria del servicio llegó la aprobación del nuevo pliego de condiciones a Pleno unos meses antes de las elecciones. El Partido Popular sacó adelante un pliego que contemplaba islas de contenedores, mejoras en las frecuencias de barrido y otras muchas mejoras que sonaron muy bien antes de las elecciones. Antes de eso el PSPV-PSOE llevó a la Fiscalía Anticorrupción las dilaciones y el retraso en redactar el nuevo pliego de condiciones. En aquel momento el juzgado entendió que si bien se apreciaban irregularidades, no había suficientes elementos para hablar, por el momento (y por eso decretó un archivo provisional), de delito.
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Con el nuevo pliego aprobado en Pleno se vivió una situación rocambolesca. La empresa que actualmente presta el servicio impugnó el nuevo pliego, y al parecer las empresas que habían mostrado interés (tal y como se debatió y se confirmó en un Pleno) dejaron de mostrarlo entre lo que se resolvía el citado recurso. Que, por cierto, se resolvió en contra de la petición de la actual empresa.

Entre estas y aquellas el Pleno acordó por unanimidad excluir de esa licitación a la empresa actual. También quienes les defienden a capa y espada en redes, en una maniobra de filibusterismo político nunca vista desde su propuesta de instalar un crematorio de animales en el cementerio municipal. Algo de razón tendremos quienes llevamos años denunciando que esto no funciona.

Y a partir de ahí el lío. El equipo de gobierno defiende que hay que hacer un nuevo pliego, que ya no les vale el que ellos mismos hicieron y aprobaron antes de elecciones con el argumento de que pide demasiado para lo que se quiere pagar y que o se pide menos o se paga más. Y en esas estamos, esperando al nuevo pliego mes a mes. Mientras, incumplimientos todos los días, falta de personal, de medios técnicos en condiciones y sin ninguna sanción a la empresa por parte del equipo de gobierno.

No. Ni la gente de Massanassa es muy sucia y por eso el pueblo está sucio ni el personal de la empresa es incompetente. El problema está más arriba, ni en los operarios ni en los mandos intermedios. En resumen, pagamos religiosamente servicios que no recibimos y el equipo de gobierno lleva años enfrascado en un pliego que nunca llega y que cuando llega no les vale. Nos mean y dicen que llueve.

Bendito superávit, sácanos de esta, que con tanto contenedor sin tapa esto cada día huele peor.

El patito feo Padre Ignacio Casañ

Domingo por la noche, sales a andar. Ves un colchón tirado en la esquina entre las calles Padre Ignacio Casañ y Favara de Massanassa. Bueno, es domingo, mañana pasarán. Lunes, sigue allí. Martes, sigue allí. Miércoles, bueno, han recogido las puertas que estaban en Blasco Ibáñez apoyadas en un árbol desde el domingo. Saco al perro y voy a ver si sigue allí el colchón. Allí sigue. Me ducho y vuelvo a pasar. Allí sigue. Son casi las diez.

Muchas veces me planteo si ser el patito feo (o el patito pesado, según a quién se pregunte) tiene más o menos rédito o si, incluso, tiene consecuencias negativas. El pesado de siempre ya está enviando correos. No me suelen contestar, pero sí que se suelen solventar los problemas, más o menos, que denuncio. Pero no podemos funcionar así. Al final se te pasa. No te cansas y sigues dando la vara, los compañeros y compañeras del único grupo que tiene de oposición Massanassa, con más o menos ruido, no paramos en ese sentido. Aquello de cuanto peor, mejor, no lo aplicamos. Hay que trabajar todos los días.

Nuestro gobierno local funciona por inercia, y Padre Ignacio Casañ y País Valencià siempre están a la cola. Faltan papeleras (¡la plaza más grande del pueblo y sólo tenía dos hasta la legislatura pasada!), las ponen. El ‘jardín’, muy entre comillas, está completamente arrasado, lo podan. Hay un cristal roto en una ventana del Edificio Socio-Cultural desde hace meses, lo cambian. El columpio se ha vuelto a romper, avisan a la empresa de mantenimiento. Hay basura, la recogen. Inercia y dejadez.

El caso del colchón es sólo la punta del iceberg de unos pocos metros de calle que gritan, porque no les dejan dormir, una solución. Y ciertamente el problema es complejo, con necesidades diversas y sin respuesta únicas. Pero desde luego hay que atender, todos los días, lo inmediato. La limpieza, la seguridad y una mínima convivencia.

Si echamos un vistazo a otros barrios valencianos que, sin poderse comparar en nivel de problemas y tamaño al que aquí nos ocupa, veremos como la limpieza, el mantenimiento y una mayor vigilancia policial en las calles son las peticiones principales de los vecinos. Es el caso del Cabanyal o Nazaret. Realidades muy complejas (y que insisto, no se acercan, aún, a lo que aquí se cuece). Pero hay que actuar y no permitir la degradación del barrio. Sí, la de-gra-da-ci-ón de un barrio humilde y de gente excelente que tiene problemas aunque desde la alcaldía de Massanassa se minimicen o se nieguen cuando, convenientemente, se le retruca desde el público del Pleno.

Cerrar los ojos no es una solución. Mejorar la convivencia, desde perseguir el incivismo, la suciedad o atender a los problemas sociales urgentes que hay, sí. Las leyes no están en nuestra mano como Ayuntamiento tanto como nos gustaría, pero las ordenanzas y la decisión política, sí. Actuemos, no cerremos los ojos. Todos los barrios por igual. Un poble per a viure en tots els carrers.

Será por el estado de alarma, pensé. Pero no, los colchones, como los problemas, se eternizan en esta calle sin que nadie haga nada. Al final va a ser verdad aquello de ‘la otra Massanassa’.

Femers i cabuderia

El manual ‘Valencià en perill d’extinció’ escrit per Eugeni S. Reig definix la cabuderia com l’actitud pròpia dún cabut, d’un obstinat. Com a exemple de frase on es acoplar esta paraula ens diu que ‘les cabuderies duen males conseqüències’. I té tota la raó Eugeni.

El manual ‘Valencià en perill d’extinció’ és un llibre d’excepció on pots somriure rememorant paraules i expressions valencianes que fa anys que no escoltaves com ‘fer bolantins’, ‘desmanotat’ o ‘de retruc’.

Fullejant este llibre que caigut en les meues mans no puc evitar recordar els abocadors, que ací sempre hem dit femers, que tenim en terme de Massanassa, tant dins com fora del Parc Natural de l’Albufera, encara que digue(re)n que no.

Les cabuderies duen males conseqüències, i contra això alguns duguem temps apostant per la neteja i el bloqueig dels accessos als abocadors descontrolats, perillosos i tòxics que tenim dins del terme del nostre poble. No concebre esta qüestió com a una prioritat ens ha portat a tindre abocadors eterns a les vores del Barranc, a les portes de l’Albufera i dins de la poca horta que ens queda.

Ara, després de les queixes que ha fet l’Associació de veïns, de l’oposició i persones particulars, per fi s’ha pres la determinació d’iniciar els tràmits per a tancar els camins que donen accés als principals espais on alguns desaprensius aboquen el seu fem. Teníem raó en que calia actuar. Teníem raó en com calia actuar. I teníem raó quan decidirem traure a la palestra pública l’existència d’estos espais de vergonya.

La culpa és de qui embruta i de qui no neteja perquè qui governa no pot descarregar sempre en l’esquena de l’infractor. I sí, també hi ha que dir que no actuar fins que un tema ix en la televisió no hauria de ser la pràctica d’un bon govern municipal. Actuar de retruc i fer-se la foto després és fer bolantins, pero nunca es tarde.

Les cabuderies no són bones quan de femers es tracta.

Bienvenido Mr Paco

Han pasado 66 años desde que se estrenó en los cines españoles ‘Bienvenido Mr Marshall’, una de las películas más conocidas de Luís García Berlanga. En el film, salvando la censura franquista y con mucho humor e ironía, se criticaba el atraso de aquella España de postguerra que veía en las ayudas americanas una salida a la desesperada de la miseria de la época.

A pesar de que han pasado 66 años y de que la política y la situación de nuestro país está a años luz de aquella España en blanco y negro, aún son hoy muchos los políticos que imitan a aquel iluso alcalde de Villar del Río, prometían y prometían sin tener proyecto alguno y lo que era peor, tomando el pelo a los vecinos y vecinas de aquel pueblecito castellano.

Aquí en Massanassa la llegada de las elecciones se parece en cierta manera a Bienvenido Mr Marshall. Obras, repintados, podas, anuncios y muchos actos. Normalmente al PP le valía con repintar algunos pasos de peatones y en 2015 acabaron a pocos días elecciones las aceras de acceso a la ruta ciclopeatonal de la CV400, pero este año algún cálculo electoral va apretado y han decidido pisar el acelerador para sorpresa del vecindario.

Como los malos estudiantes, el Partido Popular y sus eventuales socios solo se aplican a última hora. Y aunque el refrán ya nos dice que más vale tarde que nunca, no podemos aplicar el dicho popular-popular a esto de las elecciones y los gobiernos, pues la ciudadanía no puede elegir cuándo y cómo cumplir con las obligaciones, fiscales por ejemplo, que tiene.

Como en aquella escena de Bienvenido Mr Marshall, nuestro Mr Paco apura hasta elecciones para reasfaltar calles a pesar de que el dinero para ello lo tiene desde mucho antes. Y poco más o menos lo mismo pasa con la ampliación del aparcamiento de la Alquería, anunciado desde noviembre del pasado año y que en cuatro años no han sido capaces de abordar. Pida usted que cuando lleguen elecciones sus deseos serán concedidos, es lo que nos vienen a decir.

Hagan memoria, revisen las grandes obras hechas en Massanassa durante esta legislatura. La piscina, en el último verano antes de las elecciones. El reasfaltado de las calles a dos semanas de elecciones. El aparcamiento de l’Alqueria a diez días de ir a votar.

Hay prisa y la prueba es que no se ha aprovechado las obras de reasfaltado para eliminar barreras arquitectónicas tal y como Mr Paco se comprometió en Pleno. Visitad las calles Joanot Martorell, Germanías o Nácher Pons para contemplar cómo han pasado de este problema que PP y Cs se comprometieron a solucionar. Las prisas no son buenas, y si no que lo pregunten en el parque de Faitanar, que tiene 15 merenderos y ni una papelera en esa zona.

En definitiva, un gobierno responsable debería estar al cien por cien los cuatro años de legislatura y no dejarlo todo para el final. Ni las prisas son buenas ni la gente es tonta.

Marshall

¿Sabes cuántas veces han votado los partidos de Massanassa lo mismo que el PP?

A menudo acostumbramos a caer en simplificaciones que acaban por hacernos creer que todos los partidos son iguales o que todos los políticos están en las instituciones (hace seis años ya intenté desmontar aquello de que los políticos de Massanassa ‘se forraban’ a cargo del contribuyente: https://franraga.wordpress.com/2013/03/26/864/).

Ahora, al calor de la campaña electoral que ya empieza, conviene poner blanco sobre negro, ver quién es quien. Quienes gobiernan, quienes apoyan a los que gobiernan, quienes proponen cosas interesantes y reciben un no por respuesta o qué partidos tienen un acuerdo y lo incumplen. Se irá viendo.

COINCIDENCIA_PARTIDOS

En este artículo intento arrojar luz a cómo han votado los partidos de Massanassa en los últimos años (no hay actas publicadas desde mediados de 2017, y sólo hay videoactas desde abril del 2018), aunque la tónica es más o menos constante. En las tablas de abajo se muestra cómo y cuánto han votado los partidos con la principal fuerza política.

Quizás no toda la ciudadanía sepa que Massanassa no está sólo gobernada por el Partido Popular, sino que lo hace mediante un pacto con Ciudadanos gracias el cual, además de algunas medidas que también se analizarán en otro artículo, el representante de Cs forma parte con el PP del órgano de la Junta de Gobierno y representa a Massanassa ante las entidades metropolitanas de tratamiento de residuos y de aguas.

No obstante, uno de los datos más desconocidos, por no haberse hecho público nunca el acuerdo y por extraño, es el acuerdo entre PP e Izquierda Unida, firmado en 2016 y que contiene medidas que ambos partidos ya llevaban en sus programas o que, incluso, el PP ya había acordado materializar con otros partidos.

Quizás los datos sirvan para desmontar aquello de que los dos partidos principales de la oposición, (PSOE y SíSePuede por el sentido de sus votos) dicen que no siempre a todo. Y quizás, sólo quizás, sirva para desdibujar el marco ideológico al que, en principio, están adscritos todos los partidos.

Fuente: https://va.massanassa.org/ver/140/Acords.html

 

Historia de un reasfaltado

Que Massanassa tenga superávit, -dinero en el banco-, es una muy buena noticia. Pero no es casual. Y desde luego no puede ser inútil.

La constante inversión de administraciones como la Diputación, la Generalitat o la Mancomunidad resultan claves para que las grandes obras que se han hecho en nuestro pueblo no hayan supuesto un cargo extra a las harcas municipales. Un gasto moderado también ayuda, por supuesto.

Conviene hacer un ejercicio de transparencia y responsabilidad en tiempos de populismos y campañas preelectorales pagadas con dinero de todos. Explicar que gran parte de las obras que se han llevado a cabo en Massanassa en los últimos años han corrido a cargo de fondos de otras administraciones distintas al Ayuntamiento es algo que además de hacer justicia serviría para acercar a la ciudadanía a las administraciones (de todos los colores políticos, por cierto).

Si nos centramos en algunas de las obras más recientes como las peatonalizaciones de la Plaça Constitució y Carrer Major, la polémica del Carrer Torrent, las aceras que dan acceso a la ‘ruta del colesterol’, la repavimentación de las calles que tendrá lugar próximamente, el césped del campo de fútbol, la reparación de caminos rurales, los equipos de cardioprotección, las ayudas para comprar vehículos eléctricos municipales o para el fomento de la lectura y una larga lista de obras y servicios podremos comprobar como se pagan de fondos de otras administraciones.

Eso, en principio, es una muy buena noticia ya que nos permite ahorrar para invertir de manera más ágil (sin tener que esperar a una subvención) en aquello que se necesita, ya sea construir un parque, atender necesidades sociales o de cualquier otro tipo.

No obstante, lo que no está tan bien es tener que esperar a una subvención de la Diputación para reasfaltar calles que lo necesitan urgentemente cuando tienes varios millones de euros en el banco. Y además, y el caso del asfaltado de calles es especialmente grave en Massanassa, está doblemente mal tener las obras previstas desde abril de 2018 e inciarlas en abril de 2019, a pocas semanas de elecciones.

Es una tomadura de pelo al ciudadano y una burla. Y si no que se lo digan a las personas que transitan por calles como Constantí Llombart, Comptes de Trigona o Doctor Peset a ver qué piensan de que teniendo superávit haya que esperar a una subvención provincial para echarle un poco de asfalto a una calle y que además, una vez lista la subvención, se retrase lo máximo posible para hacerla coincidir con elecciones. Ni es serio ni es buena política.

El superávit es una fantástica noticia, pero tiene que revertir en el bienestar de la ciudadanía, de lo contrario, nos sirve de bien poco.

Massanassa no es un pueblo pequeño

Artículo publicado en ElPeriódicodeAquí (http://www.elperiodicodeaqui.com/epda-noticias/massanassa-no-es-un-pueblo-pequeno/173703)
Massanassa tiene ese encanto de ser todavía pueblo y al mismo tiempo tener todos los servicios de una ciudad al estar enclavada en una gran masa como es el área metropolitana de Valencia. Conservamos costumbres, lengua y vecindades al mismo tiempo que hemos sabido evolucionar y adaptarnos a un entorno cambiante y moderno. Aunque, como todo, hay quien todavía piensa en pequeño.

Hace algunos meses pedí al alcalde, -mano alzada aunque moleste-, en el Pleno del Ayuntamiento conocer si la Policía Local de Massanassa disponía, o no, de reglamento de funcionamiento interno. En aquel momento de viva voz el alcalde me dijo que sí, un hecho que yo ya sabía que era mentira. Decidí pedir el reglamento fantasma por registro de entrada, sin demasiadas esperanzas de que se me contestase. Ya es costumbre.

Meses después del silencio del bipartito de gobierno decidí acudir al Síndic de Greuges, quien instó al gobierno local a contestar a mi petición. Así, varias semanas después recibí una notificación en la que se me informaba de que no existe tal reglamento en contra de lo que el ex alcalde Pastor había dicho en Pleno. Y, aunque la obligación de tenerlo puede esperar hasta 2020, ahí queda la mentirijilla.

Hasta aquí lo habitual. Verdades a medias, instancias que no se contestan y un reglamento inexistente, no vaya a ser que algún trabajador tenga algo a lo que agarrarse y no podamos disponer de él a nuestro libre antojo. La tristeza viene al comprobar que la misma notificación que se me hizo el argumento para defender que no exista todavía Reglamento de Policía Local es que ‘en un cuerpo relativamente pequeño como es el de Massanassa, la operatividad de un Reglamento de esta naturaleza resulta más que discutible’.

Traducido: piensan en pequeño. Por ser pocos, piensan en PP-Cs, no deben tener un Reglamento, y lo harán porque la Ley les obligará a ello.

Pensar en pequeño, estar constantemente esperando a la subvención de la Diputación para reasfaltar una calle o un camino por no querer gastar demasiados euros propios, creer que no necesitamos más agentes de Policía o que tener ordenanzas modernas y efectivas es cosa de pueblos ‘grandes’ nos lastra como sociedad.

 Renunciaron a una subvención europea de varios centenares de miles de euros para formar a agentes y mejorar protocolos sólo porque creen en el PP que, Massanassa es un poble massa menut per a eixes coses. Y no. Somos ya, aunque no se lo crean, un gran pueblo al que sólo le falta exprimirle todo su potencial.La falta de ilusión nunca ha sido un buen compañero de viaje, Massanassa no es un pueblo pequeño.

Los bancos de Massanassa de cada día menos gente

A quienes nos gusta seguir y participar de la política local de Massanassa no puede más que darnos cierta tristeza y rabia el aspecto que presentan algunas partes de nuestro pueblo. Hace algunos días hablé del abandono sistemático que sufría el tan característico Barri de l’Orà (https://www.hortanoticias.com/opinion-fran-raga-en-defensa-barri-ora-massanassa/) y hoy le toca el turno a las zonas verdes del Parc Font Cabilda y de parte de la pinada del Divendres.

No se entiende que si tan buena gestión económica ha llevado a cabo el PP local en los últimos años haya zonas completamente abandonadas e inservibles para la mayoría de los vecinos. Quizás la lenta y deficiente inversión en cosas básicas -como son los bancos donde sentarse- sea una de las causas de tan fantástica gestión.

Si gastas poco ahorras mucho. Y no está mal el ahorro, pero no puede ser sinónimo de abandono y dejadez. No se entiende que dejen pasar meses para arreglar un banco, o que no sea este gobierno nuestro capaz de dirigir a los operarios necesarios a repintar unos bancos. Es cuestión de voluntad política.

No todo pueden ser grandes y rimbombantes obras. ¿Dónde queda la gestión de las pequeñas cosas del día a día? ¿Dónde quedó la ilusión por gobernar?

Desde estas breves líneas animo al equipo de gobierno local (PP-Ciudadanos) a dar una vuelta por las zonas en cuestión y a reponer los bancos. A algunos les faltan piezas, y otros están tan desgastados que no animan si quiera a acercarse. Cuesta poco, muy poco, tener un pueblo más habitable y limpio.

Sólo si concienciamos en el coste de las cosas, actuamos frente al vandalismo y si trabajamos por mantener en buenas condiciones nuestro mobiliario urbano, podremos decir que, de verdad, Massanassa es el mejor pueblo para vivir.

Banc pinada Divendres 2

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Banco Pista Deportiva Divendres

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Banco Parque Font Cabilda